¿Tú podrás mirar a los políticos a la cara?

Hace unos días leíamos sobre el 40 aniversario desde la creación de unas de las Grandes Logias de nuestro país, y ello me ha traído a la cabeza una serie de reflexiones en torno al tema de la solidaridad.

Todas las Grandes Logias siempre engordad las cifras de su membresía y en mi mente echaba cuentas de los medios que han manejado las organizaciones masónicas en estos años, ya sean recursos económicos, humanos, y sociales. Y realmente las cifras asustan... si contamos que las cinco Grandes Logias hablan de cinco mil masones en activo a 25,00€ mensuales de media, al año suman 1.500.000€, y nos costa que en algunas logias cobran hasta 50€ mensuales, y que en regalía, ágapes y viajes los masones gastan dinero adicional a sus cuotas. ¿dejamos en 2.500.000€ al año?

Dentro de estos dineros adicionales, está el Tronco de la Viuda que usamos en nuestras logias. Adicionalmente al uso de dichos fondos existentes, ¿porqué no organizan un Tronco extraordinario para ayudar en esta crisis social actual provocada por el Covid19?

¿No pudiera ser este un propósito común a todas las Grandes Logias para ofrecer alimentos a los comedores sociales que actualmente han triplicado su demanda?, cinco mil masones a cinco euros de media, serían 25.000€, así, casi sin despeinarse.

Una obsesión de nuestras Logias siempre ha sido tener un local propio, muchas de ellas disponen de locales en propiedad o alquilados. Locales que desde hace dos meses se encuentran cerrados, y ahorrando en costes variables como los suministros. ¿Qué nos costaría ofrecer estos locales a los comedores sociales o a otras personas en necesidad?

Los masones españoles carecemos de inventiva, pero también de la intención de hacer las cosas de manera diferente. ¿No es el momento de devolver a la sociedad algo de lo que recibimos?, ¿nuestros dirigentes serán capaces de mirar a la cara los políticos y hablarles de las aportaciones a la sociedad de la Francmasonería -Libertad, Igualdad, Solidaridad, Derechos Humanos...-?, yo no podría, ¿y tú?